lunes, 20 de julio de 2020


¿Quién tiene el control de mis emociones?

¡Reacciona y recupera el poder!


No puedes dejar de pensar en esa sensación que te intimida, te amedrenta, te anula. En una lucha interna comienzas a desbloquear tu mente, a pensar que es lo que te frena, qué no te deja avanzar.

Es como haber perdido el camino y en medio de una encrucijada, ahí estás, sentado y abatido.
"Quiero pero no puedo, me da miedo hasta pensar." 

Me dejo llevar por la incertidumbre.    

Sientes como vuelve el "aquí ahora". La situación comienza a cambiar. Aun así no avanzas. Parado, bloqueado, limitado por "algo" que no entiendes, que no controlas.

Nuestra mente conserva y reacciona en ocasiones con "bloqueohuida defensa". 

Nos miente desde el "registro", esas experiencias anteriores que nos llevan desde el llanto profundo hasta la risa más boba e incontrolada. 

Nuestra mente nos manipula desde la emoción, el miedo, la ira,... Nos arrincona en el lugar donde nos quiere tener y es difícil escapar. Nos hace creer que todo lo que sentimos y pensamos es verdadero. Nos engaña y provoca indecisióntemorbloqueo, más y más. Nuestra autoestima decae a niveles nunca vistos. 

Tenemos el poder de manejar las emociones, de decidir cómo nos afectan. Tenemos el poder de vivir sin el bloqueo que nos anula y que nos hace sentir como marionetas en un viaje tras otro, como en una montaña rusa de intentos descontrolados y falsas sensaciones de control.

Tenemos los recursos solo que olvidamos usarlos. 

¿Te gustaría recuperar el control? ¿A qué te estás resistiendo? ¿Qué te impide conseguirlo?

¡Reacciona y recupera el poder!










lunes, 13 de julio de 2020


HAZLO,

deja de darle vueltas, 

 

¿Eres de los que esperan el cambio? o ¿eres de los que provocan el cambio?

Bueno, si eres de los que esperan el cambio confiando en que en algún momento el viento sople a tu favor, no te digo ni que si ni que no, es tu decisión. Aunque, ¿no te resulta raro que tarde tanto?.

¿En cuántas ocasiones te has propuesto cambiar algo que te resuena? Ya no algo que crees que no le gusta a la gente, no, algo que te das cuenta que no va contigo, que no parece tuyo, que no sabes porqué lo haces o dices ni de dónde lo has copiado pero que ahí está, y además sale cuando menos debe.

¿Cuándo fue la última vez que sentiste curiosidad por aprender algo? ¿por el placer de ampliar conocimientos? ¿por formarte para ampliar posibilidades laborales? Quizá crees o te digan que es demasiado tarde, que ya “no estás para estas cosas”.

Si eres de los que provocan el cambio, de los que toman el control de su vida, sintiendo que el cambio viene de sus manos, de los que toman sus propias decisiones, de los que les gusta ponerse a la acción, ¡adelante! éste es el momento.

Deja de ser un mero espectador. Se parte del guion de tu vida. Eres el protagonista, no lo olvides.

Tomar la decisión, definirte como el protagonista y actuar. Interpretar como tuyo el papel de ganador, porque lo eres.

Si no pudieras fracasar, ¿qué harías?

Deja de darle vueltas, ¡hazlo!

viernes, 12 de junio de 2020




 



Recordar con emoción en los ojos y superación en los labios

¿QUIÉN NO SE ENTRISTECE CON UN RECUERDO?

En más ocasiones de las que nos damos cuenta, cuando vuelve a nosotros un recuerdo, el recuerdo del que en algún momento fue parte de nuestra vida nos produce dolor. Quizá no el dolor del día en que se fue, pero si el dolor de la añoranza, del sentimiento de ese vació que nos dejó. Un vació difícil de llenar y en algunos casos difícil de soportar.  Hay momentos que nos gustaría cambiar, o quizá, olvidar. 

Seguimos caminando por el gran trecho que nos queda por vivir sin poder coger de la mano a aquellos que se fueron. No vemos su sombra junto a la nuestra en el camino.

No hay nada que llene ese vacío. No hay otros que puedan estar en ese mismo lugar. 

Cada uno de nosotros tiene un lugar especial en el recuerdo de otro. 

Hace tiempo, no mucho sinceramente, todos los días recordaba de una forma muy amarga a las personas que me dieron la vida. Que compartieron su camino cogiéndome de la mano, hasta que un día la soltaron y no quedó de ellos ni la sombra junto a mí. 

Por más que yo quisiera proyectar sus sombras, no lo conseguía y cada día me entristecía más y más. Por más que lo intentaba no conseguía ver esas sombras y a todo esto, mientras tanto, yo ya tenía una mano ocupada, ya era la sombra de alguien que confiaba en mí.

¿Por qué escoger ese estado de frustración, amargura y tristeza?
Quizá pienses "que triste, ¿por qué nos cuentas esto?"
No, no lo es, por lo menos para mí. 

Llegó un punto en que me di cuenta que, de este modo, no podía seguir. Si, añoraba mucho lo que había tenido. Añoraba sus comentarios, su complicidad, su educación, su objetividad, su respeto, su amor y otros tantos valores. 
No podía seguir sumida en la tristeza. 
Me di cuenta que no había marcha atrás. Que ese etapa de mi vida quedó, pero solo en mi recuerdo, en parte de lo que soy.
Fui consciente del camino que me quedaba por recorrer y acepté el proceso de la vida. 
Por mí, por esa personita que me tenía cogida de la mano. Esa mano que quedó libre y fue tomada por la VIDA con tan solo cinco deditos.

Reaccioné y sin dejar de quererles, puede que en ocasiones el recuerdo ponga una lágrima en mis ojos pero hoy ya la acompaña una tímida sonrisa. 
Esa sonrisa que indica que, aunque les añore, me llena el haberles conocido y todo lo que hemos pasado juntos.

¡VIVE!, los días pasan!

Aprovecha y disfruta día a día de aquellas manos que tienes unidas y tendidas y comparte tu sombra. Camina junto a ellos para que en un futuro esbocen una sonrisa plena con tu recuerdo.

Y aunque la pena nos embargue, aunque miremos a ambos lados y ... tenemos la obligación de seguir adelante. Seguir adelante para seguir caminando cogiendo la mano a otros. Seguir adelante para que nuestra sombra camine junto a la de otros. 

miércoles, 8 de abril de 2020


  Algunas reflexiones.

Miércoles, un día más un día menos. ¡Pues bien, no hay que perder la esperanza! Mi
yayo decía que -"la esperanza era verde y se la comió un burro"- y aún así nunca la perdió. Asumió todo aquello que le venía y en lugar de quedarse parado provocaba acciones para seguir adelante. Generación de hierro que por muy mal que fueran las cosas aprendió, si ya, ya lo sé, a base de golpes a no decaer nunca. Pero, ¿acaso no es lo mismo de lo mismo en cada generación? Esa generación tuvo sus pedruscos en el camino y otras tienen otros con distinto nombre y color.
La idea principal la cuestión es que hay que aprender a superar y superarse. Que siempre se puede hacer "algo más" a excepción de contadas ocasiones.
Que siempre sale el sol, decía la señora Antonia, -"no hay sábado sin sol ni domingo  sin amor"-. y aquí estamos en cuarentena, creando lazos todavía más fuertes con personas (hay esas mamás) que codo a codo han compartido sus vidas.
 De aquí, de esta situación, el ser humano debería sacar lecciones. De los errores se aprende. Si, "a la fuerza ahorcan" decía otro refrán. Pero como dos líneas continúas sacamos otras cosas más positivas, acciones, valores, empatía, solidaridad, amor, amistad. Olvidamos rencores y fortalecemos relaciones. "Hoy por ti mañana por mí", el refranero no se equivoca. Y como decía otro refrán -"no hay mal que cien años dure...-"preparémonos para el cambio y por favor, después de esta situación, cuando podamos volver a la calle, a los parques, a comprar, a conducir, recordemos el sabor de la gran humanidad que disfrutamos de cada momento de cuarentena.
En mi corazón siempre guardaré y agradeceré aquello que me disteis y que llenó de una intensa luz esos momentos tan amargos.

martes, 18 de febrero de 2020

¿Por qué hago coaching?

¿Por qué hago coaching?

Descubrí que mediante el coaching la ayuda es muy efectiva y reconfortante para ambas partes.

Conocer las emociones, comprender cómo nos afectan, conciliar con ellas y aprender a encontrar caminos y recursos. Encontrar y poner foco en ese poder que tenemos adormecido, nuevo o casi nuevo. Un poder desentrenado, desorganizado, desalineado con nuestro yo

Si, ese poder cuyo recuerdo quedó solapado por un sentimiento de desánimo y cerrado con un candado de dejadez

Hago coaching porque me encanta la sensación de superación, la auto-superación.

Hago coaching porque sé que soy capaz de "algo más" aun  sabiendo de mis propios límites.

Hago coaching porque me encanta poder ayudarte y agradezco me des la oportunidad.

En fin, hago coaching porque, ¿hay algo mejor que hacer lo que te gusta?


No permitas que el ruido de las opiniones ajenas silencie tu voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje de hacer lo que te dicten tu corazón y tu intuición. De algún modo, ya sabes aquello en lo que realmente quieres convertirte.   

Daniel Goleman


lunes, 6 de enero de 2020



El coaching como método. 



El coaching está basado en una técnica de comunicación. Consiste en ayudar a personas a definir sus metas. Metas personales o profesionales. Metas específicas, ajustadas y bien definidas y concretas. Cada paso, cada acción que realicemos debe ajustarse a la realidad siendo conocedores de los recursos que necesitamos. Medible para permitir una mejora continua basada en dicha meta y de esta manera poder ajustarse. Realista porque en caso contrario nuestro compromiso con la meta nos agotará por el camino y acabaremos desistiendo. Por lo tanto, también debe ser alcanzable y como no, debemos fijar un espacio temporal. Un "lo vamos viendo" no es un objetivo concreto. Es muy importante el compromiso adquirido fijando una fecha tope. 


En un proceso de coaching trabajamos para crear acciones sobre la conciliación, salud, desarrollo personal, miedos y bloqueos, gestión de las emociones, relaciones, desarrollo profesional, comunicación y gestión del cambio.

"Cuando una persona desea realmente algo, todo el universo conspira para ayudar a esa persona a realizar su sueño"

Una bonita reflexión de este autor sobre ir en busca de nuestras metas.                                               Paulo Coelho



jueves, 26 de diciembre de 2019

Gestionar emociones, la ira

Gestionar emociones, la ira

Es muy importante saber reconocer y gestionar emociones, nos facilita nuestra propia comunicación interna y la que realizamos con los demás.
En ocasiones nos dejamos arrastrar por esas situaciones que nos hacen perder el control. Quizás no sea tu caso. Un buen ejemplo sería ir conduciendo y que nos realicen una "faena". Nuestra primera reacción es, soltar nuestra ira con el claxon, las luces y una cantidad de "flores verbales" sin contención. El causante de la faena ni se inmuta y nosotros acabamos con una gran angustia que repercute en nuestro metabolismo. 
Si bien es cierto que no es fácil gestionar este tipo de emociones, decir que nos haríamos un favor inmenso al conseguir que fuesen menos intensas. Por nuestro propio bien físico y sobre todo emocional.
En este caso, utilizado como ejemplo, lo que aflora es la ira. 
Un dato. Cada una de nuestras emociones nos afecta a un órgano. 
La alegría está relacionada con el corazón y el intestino delgado
La rabia y la ira con el hígado y la vesícula.
La obsesión con el bazo y el estómago.
La tristeza con el pulmón y el intestino grueso.
El miedo con el riñón y la vejiga.
Como vemos, algunas emociones producen efectos negativos. Cierto, resulta muy difícil el control, pero un pequeño intento te llevará a descubrir que quizás se puede, o por lo menos a rebajar la intensidad por el bien de ambas partes. Recuerda que tú te alteras y quizás el otro ni se inmuta.
Una vez hayas descubierto que ese "pequeño gesto" te hace sentir diferente, lo siguiente entra en cadena. Te llevará a probar de nuevo, lo crearas, lo fijarás y lo seguirás aplicando tantas veces como sea conveniente. Además te reforzará y querrás seguir provocando el cambio de tal manera que lo aplicarás en otras emociones negativas. 
"Siembra una idea y cosecharás un deseo;
siembra un deseo y cosecharás una acción;
siembra una acción y cosecharás un hábito;
siembra un hábito y cosecharás un carácter;
siembra un carácter y cosecharás un destino "

William James

Recuerda que solo si tú lo decides se realiza el cambio. Buen camino.