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lunes, 20 de julio de 2020


¿Quién tiene el control de mis emociones?

¡Reacciona y recupera el poder!


No puedes dejar de pensar en esa sensación que te intimida, te amedrenta, te anula. En una lucha interna comienzas a desbloquear tu mente, a pensar que es lo que te frena, qué no te deja avanzar.

Es como haber perdido el camino y en medio de una encrucijada, ahí estás, sentado y abatido.
"Quiero pero no puedo, me da miedo hasta pensar." 

Me dejo llevar por la incertidumbre.    

Sientes como vuelve el "aquí ahora". La situación comienza a cambiar. Aun así no avanzas. Parado, bloqueado, limitado por "algo" que no entiendes, que no controlas.

Nuestra mente conserva y reacciona en ocasiones con "bloqueohuida defensa". 

Nos miente desde el "registro", esas experiencias anteriores que nos llevan desde el llanto profundo hasta la risa más boba e incontrolada. 

Nuestra mente nos manipula desde la emoción, el miedo, la ira,... Nos arrincona en el lugar donde nos quiere tener y es difícil escapar. Nos hace creer que todo lo que sentimos y pensamos es verdadero. Nos engaña y provoca indecisióntemorbloqueo, más y más. Nuestra autoestima decae a niveles nunca vistos. 

Tenemos el poder de manejar las emociones, de decidir cómo nos afectan. Tenemos el poder de vivir sin el bloqueo que nos anula y que nos hace sentir como marionetas en un viaje tras otro, como en una montaña rusa de intentos descontrolados y falsas sensaciones de control.

Tenemos los recursos solo que olvidamos usarlos. 

¿Te gustaría recuperar el control? ¿A qué te estás resistiendo? ¿Qué te impide conseguirlo?

¡Reacciona y recupera el poder!










jueves, 26 de diciembre de 2019

Gestionar emociones, la ira

Gestionar emociones, la ira

Es muy importante saber reconocer y gestionar emociones, nos facilita nuestra propia comunicación interna y la que realizamos con los demás.
En ocasiones nos dejamos arrastrar por esas situaciones que nos hacen perder el control. Quizás no sea tu caso. Un buen ejemplo sería ir conduciendo y que nos realicen una "faena". Nuestra primera reacción es, soltar nuestra ira con el claxon, las luces y una cantidad de "flores verbales" sin contención. El causante de la faena ni se inmuta y nosotros acabamos con una gran angustia que repercute en nuestro metabolismo. 
Si bien es cierto que no es fácil gestionar este tipo de emociones, decir que nos haríamos un favor inmenso al conseguir que fuesen menos intensas. Por nuestro propio bien físico y sobre todo emocional.
En este caso, utilizado como ejemplo, lo que aflora es la ira. 
Un dato. Cada una de nuestras emociones nos afecta a un órgano. 
La alegría está relacionada con el corazón y el intestino delgado
La rabia y la ira con el hígado y la vesícula.
La obsesión con el bazo y el estómago.
La tristeza con el pulmón y el intestino grueso.
El miedo con el riñón y la vejiga.
Como vemos, algunas emociones producen efectos negativos. Cierto, resulta muy difícil el control, pero un pequeño intento te llevará a descubrir que quizás se puede, o por lo menos a rebajar la intensidad por el bien de ambas partes. Recuerda que tú te alteras y quizás el otro ni se inmuta.
Una vez hayas descubierto que ese "pequeño gesto" te hace sentir diferente, lo siguiente entra en cadena. Te llevará a probar de nuevo, lo crearas, lo fijarás y lo seguirás aplicando tantas veces como sea conveniente. Además te reforzará y querrás seguir provocando el cambio de tal manera que lo aplicarás en otras emociones negativas. 
"Siembra una idea y cosecharás un deseo;
siembra un deseo y cosecharás una acción;
siembra una acción y cosecharás un hábito;
siembra un hábito y cosecharás un carácter;
siembra un carácter y cosecharás un destino "

William James

Recuerda que solo si tú lo decides se realiza el cambio. Buen camino.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

El camino

Solo tú decides caminar y el camino. Somos responsables de nuestras acciones, de nuestros pensamientos, de nuestras elecciones. Hay momentos en los que nos encontramos algo perdidos o dudamos de qué camino elegir. Nos quedamos en "la parálisis del análisis". Bloqueados nos cuestionamos porqué no somos capaces de tomar una decisión y ahí estamos, parados y atascados en un momento que permitimos se lleve algo muy valioso, nuestro tiempo, además de entrar en esa espiral de miedo, bloqueo y frustración. Nos puede más el temor de sentir que hemos fracasado que el coraje para seguir hacia delante.
Veamos. Ya hemos reconocido cuál es el inconveniente, ahora toca tomar una determinación. 
¿Que hacemos? ¿Avanzamos? La determinación de "Yo y mis miedos nos vamos a ..." 
Si nos cuesta o se alarga en el tiempo, quizás deberías probar el coaching