IDEAS
PARA ESTIMULAR LA LECTURA EN NUESTROS HIJOS
Recuerdo que desde bien
pequeñita, mi hija tendría sobre el año y medio más o menos, cuando nos
poníamos a jugar teníamos al alcance libros. Libros con figuras geométricas,
con números, con páginas completas muy coloreadas o sin colorear, con
pictogramas. Y los seguimos teniendo.
En un momento del juego
alcanzaba un libro, hacía una especial atención al dibujo, leía el título y
leía las pocas palabras que habían colocando el dedo sobre las mismas
intentando también, captar su atención hacia ellas.
Para mí era una forma de
hacerle entender que lo que veía tenía relación con “las otras formas” que
completaba la página.
Hasta que fue más autónoma,
todos los días teníamos ese momento de lectura. Igualmente, inventábamos
cuentos a la hora de ir a dormir.
Comentar que nuestra lectura
favorita fue, es y será “La princesita del prendedor” de Rubén Darío (de mi
libro de lectura de EGB)
En breve cumplirá quince y es
tremenda “devorando” libros.
Lo que empezó como un juego,
como un entretenimiento, acabó siendo un hábito.
Estoy más que segura que el
método para captar su atención ha tenido mucho que ver con el resultado
obtenido, el hábito lector.
Dicho esto, comparto unos puntos como guía y una recomendación.
ü Dedicar tiempo a nuestros niños es esencial. Además de ayudar a crear ese momento
tan especial, se induce al hábito. En un mundo donde parece que todo va tan
acelerado, (recordar que, ayer mismo, algunos estábamos cambiando pañales)
deberíamos valorar si esos diez, veinte minutos merecen la pena. Aun estando
cansados, reventados del día, ese momento donde les acompañas hasta el sueño
compartiendo una poesía, un capítulo de un libro, un cuento breve, es
extraordinario.
ü Poco a poco te irá indicando qué tipo de lectura le llega más. Te veo
buscando cuentos de similares características, o quizá, cambiando alguna
circunstancia o personaje. Puede que, el final también lo condiciones al estado
emocional o al momento en el que compartes la lectura. Con el tiempo y su
autonomía irá determinando sus gustos literarios.
ü
Los “filtros”.
Es aconsejable comprobar que edades comprenden los libros que adquirimos. Pedir
consejo sería una buena idea en caso de ir un poco perdidos.
ü
Ya tenemos una orientación de sus gustos. Es hora de hacerles partícipes en la
elección de “qué leemos hoy”. Proponer, recomendar y dejarle elegir les hace sentir
implicados en el proceso y estar más dispuestos a participar.
ü
Vamos a jugar
leyendo. Protagonizar en momentos determinados uno de los personajes por
ejemplo provocando onomatopeyas, dibujar o bien leer a los juguetes. No es leer
por leer. Es poner todo el entusiasmo que se pueda dramatizando los
personajes. Qué mejor que proponer la
lectura en un espacio y tiempo determinado. Además de ser constantes para poder
crear hábito lector.
ü
Estimular
sin presionar. Considerando que no todos los días son
iguales, nuestros estados emocionales y los de nuestros hijos varían. Si un día
no se puede, no se puede, sin imponer ni presionar. Cuando nos imponen, más que acercarnos nos aleja.
ü
Asociar libros,
personajes, historias a un momento determinado.
Recomendar, dar ejemplo.
Es sabido que nuestros hijos son nuestro reflejo. Absorben acciones, nuestras expresiones verbales y no verbales, nuestra forma de relacionarnos con los
demás.
Qué mejor ejemplo, que nos vean leyendo.